OSTEOLOGÍA
La osteología es una rama de la anatomía descriptiva que trata del estudio científico del sistema óseo en general y de los huesos que lo conforman en particular.
Funciones de los huesos.
Los huesos, vistos tanto como unidad o
conjunto, poseen cuatro funciones:
a)
Estructurales: Los huesos dan estructura y forma al cuerpo, siendo el
soporte principal de éste. Es la función más importante que poseen.
b) Locomotor: Resultado de la interacción de los huesos con
los músculos y las articulaciones, permitiendo el movimiento.
c) Hematopoyética: Se encargan de la producción de ciertos
componentes de la sangre, por medio de la médula ósea roja.
d)
Almacén de calcio y fosfato: Los huesos suponen un almacén tanto de calcio como de
fosfato, y tanto el depósito de éstos como la movilización del hueso
contribuyen a mantener las concentraciones de ambas especies dentro de unos
niveles adecuados.
El hueso esponjoso, sinónimo de hueso
trabecular, es uno de los dos tipos de tejido óseo que forma los huesos. En
comparación con el hueso compacto, tiene una superficie mayor, pero es menos
denso, más suave, más débil y menos rígido. El hueso esponjoso está muy
vascularizado y con frecuencia contiene la médula ósea roja, donde tiene lugar
la hematopoyesis o producción de células sanguíneas. La principal unidad
anatómica y funcional del hueso esponjoso es la trabécula.
Tipos de huesos.
Según sus dimensiones, podemos clasificar a
los huesos en:
Un cuerpo o Diáfisis, compuesto sólo por tejido óseo compacto, presentando en
su interior sólo un canal llamado conducto medular, relleno
de médula ósea amarilla
Una zona de unión o límite entre diáfisis y
epífisis, conocida como Metáfisis, formada por un disco cartilaginoso que permite el alargamiento del hueso. Este
tipo de hueso se encuentra en las extremidades superiores e inferiores.
Los huesos largos son huesos duros y densos
que brindan resistencia, estructura y movilidad, como el fémur (hueso del
muslo). Asimismo, hay huesos en los dedos de las manos que se clasifican como
"huesos largos", aunque sean cortos en longitud, lo cual se debe a la
forma y no al tamaño real.
b)
Huesos cortos: Son huesos donde las tres dimensiones son prácticamente
iguales.
Además hay otro tipo de huesos pequeños,
formados por tejido laminar compacto por fuera, y tejido laminar esponjoso en
el centro. A éste tipo de huesos pertenecen los carpos y tarsos. Además, se establecen en dos sub-clasificaciones:
c)
Huesos planos: Son el tipo de hueso donde predomina la longitud y el
ancho sobre su espesor. Están formados por tejido laminar compacto por fuera,
denominado áploe, y tejido laminar esponjoso en el centro, denominado díploe.
Este tipo de huesos se encuentra formando cavidades en el cuerpo, como pueden
ser los huesos del cráneo o del tórax (caja torácica) entre otros.
d)
Huesos irregulares: Representan todos aquellos huesos que por su
forma no se pueden clasificar en otro tipo. A éste tipo de huesos pertenecen
las vértebras. Además, dentro de esta clasificación se encuentran los
huesos neumáticos, que poseen cavidades llenas de aire. Los huesos que
forman la cara tienen esta característica.
Desarrollo del hueso.
Los primeros huesos son originados a nivel
embrionario por medio de membranas. Además, en ciertos puntos del cuerpo el cartílago
existente se transformará en hueso a medida que crecemos, proceso conocido como osificación. La osificación consiste en la incorporación de sales
minerales al cartílago, reemplazando su conformación original de sustancias
orgánicas como el mucopolisacárido por sales de calcio y magnesio. Se pueden distinguir dos tipos de desarrollo en un
hueso: el crecimiento y el alargamiento.
En el crecimiento de un hueso, la capa de periostio osteogénico crece alrededor del hueso, permitiendo su
expansión en volumen. El crecimiento ocurre durante toda la vida, siendo más
lento al alcanzar la adultez, donde sólo sirve como renovador de tejidos.
En el alargamiento de un hueso, el cartílago
de crecimiento o metáfisis osifica el hueso, expandiéndolo hacia
la epífisis y hacia la diáfisis, lo que provoca un alargamiento y por consiguiente un
aumento de la estatura del individuo.
El esqueleto es el conjunto de todos los
huesos del cuerpo. Se pueden clasificar según su distribución en el organismo de dos formas:
a) Axial: El esqueleto axial es aquél que forma el eje principal
del cuerpo, y está formado por los huesos de la columna vertebral, el cráneo, el tórax y la pelvis.
b)
Apendicular: Se encuentra anexo al esqueleto axial y está formado por los huesos de las extremidades inferiores y superiores.
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