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viernes, 10 de julio de 2015

APARATO DIGESTIVO

APARATO DIGESTIVO
El aparato digestivo o sistema digestivo es el conjunto de órganos encargados del proceso de la digestión, es decir, la transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por las células del organismo.
La función que realiza es la de transporte (alimentos), secreción (jugos digestivos), absorción (nutrientes) y excreción (mediante el proceso de defecación).
El proceso de la digestión es el mismo en todos los animales monogástricos: transformar los glúcidos, lípidos y proteínas en unidades más sencillas, gracias a las enzimas digestivas, para que puedan ser absorbidas y transportadas por la sangre.2
Descripción y funciones.
Desde la boca hasta el ano, el tubo digestivo mide unos once metros de longitud. En la boca empieza propiamente la digestión. Los dientes trituran los alimentos y las secreciones de las glándulas salivales los humedecen e inician su descomposición química transformándose en el bolo alimenticio. Luego, el bolo alimenticio cruza la faringe, sigue por el esófago y llega al estómago, una bolsa muscular de litro y medio de capacidad, en condiciones normales, cuya mucosa segrega el potente jugo gástrico, en el estómago, el alimento es agitado hasta convertirse en el quimo.
El bolo alimenticio pasa a través del tubo digestivo y se desplaza así, con ayuda tanto de secreciones como de movimiento peristáltico que es la elongación o estiramiento de las fibras longitudinales y el movimiento para afuera y hacia adentro de las fibras circulares. A través de éstos el bolo alimenticio puede llegar a la válvula cardial que conecta directamente con el estómago.

Descripción anatómica.
Esófago.
El esófago es un conducto o músculo membranoso que se extiende desde la faringe hasta el estómago. De los incisivos al cardias (porción donde el esófago se continúa con el estómago) hay unos 40 cm. El esófago empieza en el cuello, atraviesa todo el tórax y pasa al abdomen a través del orificio esofágico del diafragma. Habitualmente es una cavidad virtual (es decir que sus paredes se encuentran unidas y solo se abren cuando pasa el bolo alimenticio).
Estómago.
El estómago es un órgano en el que se acumula comida. Varía de forma según el estado de repleción en que se halla, habitualmente tiene forma de "J".
La secreción de jugo gástrico está regulada tanto por el sistema nervioso como el sistema endocrino, proceso en el que actúan: la gastrina, la colecistoquinina (CCK), la secretina y el péptido inhibidor gástrico (PIG).
Páncreas.
Es una glándula íntimamente relacionada con el duodeno, es de origen mixto, segrega hormonas a la sangre para controlar los azúcares y jugo pancreático que se vierte al intestino a través del conducto pancreático, e interviene y facilita la digestión, sus secreciones son de gran importancia en la digestión de los alimentos.

Hígado.
El hígado es la mayor víscera del cuerpo. Pesa 1500 gramos. Consta de cuatro lóbulos, derecho, izquierdo, cuadrado y caudado; los cuales a su vez se dividen en segmentos. Su función es la de almacenar y concentrar la bilis segregada por el hígado, hasta ser requerida por los procesos de la digestión. En este momento se contrae y expulsa la bilis concentrada hacia el duodeno. Es de forma ovalada o ligeramente piriforme y su diámetro mayor es de unos 5 a 8 cm.
Bazo.
El bazo es un órgano de tipo parenquimatoso, aplanado, oblongo y muy friable, situado en el cuadrante superior izquierdo de la cavidad abdominal, relacionado con el páncreas, el diafragma y el riñón izquierdo. Su función principal es la destrucción de células sanguíneas rojas viejas, producir algunas nuevas y mantener una reserva de sangre.
Intestino delgado.
El intestino delgado comienza en el duodeno (tras el píloro) y termina en la válvula ileocecal, por la que se une a la primera parte del intestino grueso. Su longitud es variable y su calibre disminuye progresivamente desde su origen hasta la válvula ileocecal y mide de 6 a 7 metros de longitud y de 2.5 a 3 cm de diámetro. El duodeno se une al yeyuno después de los 30 cm a partir del píloro.

Intestino grueso.
Desde el ciego al recto describe una serie de curvas, formando un marco en cuyo centro están las asas del yeyuno íleon. Su longitud es variable, entre 120 y 160 cm, y su calibre disminuye progresivamente.

Tras el ciego, la del intestino grueso es denominada como colon ascendente con una longitud de 15 cm, para dar origen a la tercera porción que es el colon transverso con una longitud media de 50 cm, originándose una cuarta porción que es el colon descendente con 10 cm de longitud. Por último se diferencia el colon sigmoideo, recto y ano. El recto es la parte terminal del tubo digestivo.

OSTEOLOGÍA

OSTEOLOGÍA
La osteología es una rama de la anatomía descriptiva que trata del estudio científico del sistema óseo en general y de los huesos que lo conforman en particular.
Funciones de los huesos.
Los huesos, vistos tanto como unidad o conjunto, poseen cuatro funciones:
a) Estructurales: Los huesos dan estructura y forma al cuerpo, siendo el soporte principal de éste. Es la función más importante que poseen.
b) Locomotor: Resultado de la interacción de los huesos con los músculos y las articulaciones, permitiendo el movimiento.
c) Hematopoyética: Se encargan de la producción de ciertos componentes de la sangre, por medio de la médula ósea roja.
d) Almacén de calcio y fosfato: Los huesos suponen un almacén tanto de calcio como de fosfato, y tanto el depósito de éstos como la movilización del hueso contribuyen a mantener las concentraciones de ambas especies dentro de unos niveles adecuados.


Tipos de tejidos óseos.
El hueso esponjoso, sinónimo de hueso trabecular, es uno de los dos tipos de tejido óseo que forma los huesos. En comparación con el hueso compacto, tiene una superficie mayor, pero es menos denso, más suave, más débil y menos rígido. El hueso esponjoso está muy vascularizado y con frecuencia contiene la médula ósea roja, donde tiene lugar la hematopoyesis o producción de células sanguíneas. La principal unidad anatómica y funcional del hueso esponjoso es la trabécula.

Tipos de huesos.
Según sus dimensiones, podemos clasificar a los huesos en:
a) Huesos largos: Son huesos donde predomina la longitud sobre anchura y espesor. Éste posee:
Dos extremos o Epífisis, donde suelen conectarse con otros huesos por medio de articulaciones
Un cuerpo o Diáfisis, compuesto sólo por tejido óseo compacto, presentando en su interior sólo un canal llamado conducto medular, relleno de médula ósea amarilla
Una zona de unión o límite entre diáfisis y epífisis, conocida como Metáfisis, formada por un disco cartilaginoso que permite el alargamiento del hueso. Este tipo de hueso se encuentra en las extremidades superiores e inferiores.
Los huesos largos son huesos duros y densos que brindan resistencia, estructura y movilidad, como el fémur (hueso del muslo). Asimismo, hay huesos en los dedos de las manos que se clasifican como "huesos largos", aunque sean cortos en longitud, lo cual se debe a la forma y no al tamaño real.
Los huesos largos contienen tuétano amarillo y tuétano rojo.
b) Huesos cortos: Son huesos donde las tres dimensiones son prácticamente iguales.
Además hay otro tipo de huesos pequeños, formados por tejido laminar compacto por fuera, y tejido laminar esponjoso en el centro. A éste tipo de huesos pertenecen los carpos y tarsos. Además, se establecen en dos sub-clasificaciones:
c) Huesos planos: Son el tipo de hueso donde predomina la longitud y el ancho sobre su espesor. Están formados por tejido laminar compacto por fuera, denominado áploe, y tejido laminar esponjoso en el centro, denominado díploe. Este tipo de huesos se encuentra formando cavidades en el cuerpo, como pueden ser los huesos del cráneo o del tórax (caja torácica) entre otros.
d) Huesos irregulares: Representan todos aquellos huesos que por su forma no se pueden clasificar en otro tipo. A éste tipo de huesos pertenecen las vértebras. Además, dentro de esta clasificación se encuentran los huesos neumáticos, que poseen cavidades llenas de aire. Los huesos que forman la cara tienen esta característica.
Desarrollo del hueso.
Los primeros huesos son originados a nivel embrionario por medio de membranas. Además, en ciertos puntos del cuerpo el cartílago existente se transformará en hueso a medida que crecemos, proceso conocido como osificación. La osificación consiste en la incorporación de sales minerales al cartílago, reemplazando su conformación original de sustancias orgánicas como el mucopolisacárido por sales de calcio y magnesio. Se pueden distinguir dos tipos de desarrollo en un hueso: el crecimiento y el alargamiento.
En el crecimiento de un hueso, la capa de periostio osteogénico crece alrededor del hueso, permitiendo su expansión en volumen. El crecimiento ocurre durante toda la vida, siendo más lento al alcanzar la adultez, donde sólo sirve como renovador de tejidos.
En el alargamiento de un hueso, el cartílago de crecimiento o metáfisis osifica el hueso, expandiéndolo hacia la epífisis y hacia la diáfisis, lo que provoca un alargamiento y por consiguiente un aumento de la estatura del individuo.

El esqueleto es el conjunto de todos los huesos del cuerpo. Se pueden clasificar según su distribución en el organismo de dos formas:
a) Axial: El esqueleto axial es aquél que forma el eje principal del cuerpo, y está formado por los huesos de la columna vertebral, el cráneo, el tórax y la pelvis.
b) Apendicular: Se encuentra anexo al esqueleto axial y está formado por los huesos de las extremidades inferiores y superiores.

TEJIDOS

TEJIDOS
Los tejidos son aquellas estructuras constituidas por un conjunto organizado de células, iguales distribuidas regularmente, con un comportamiento fisiológico coordinado y un origen embrionario común. Se llama histología a la ciencia que estudia estos tejidos orgánicos.
Sólo algunas especies han logrado desarrollar la pluricelularidad en el curso de la evolución, y de éstas en sólo dos se reconoce únicamente la existencia de tejidos, a saber, las plantas vasculares, y los animales (o metazoos).

Composición.
En los animales estos componentes celulares, están inmersos en una matriz extra celular, más o menos extensa, de características particulares para cada tejido. Esta matriz es usualmente generada por las propias células que componen el tejido, por lo que se dice que los tejidos están constituidos, por un componente celular y, en algunos casos, por un componente extracelular. Es uno de los niveles de organización biológica, situado entre el nivel celular en el escalón inferior y el nivel orgánico en el escalón superior.
Un tejido puede estar constituido por células de una sola clase, todas iguales, o por varios tipos de células dispuestas ordenadamente.
La parte de la biología encargada del estudio de los tejidos orgánicos es la histología.
Para llegar a obtener una célula de un tejido determinado se necesita, al menos, una mutación en alguna de las dos células hijas que resultan de cada división celular. Si dichas mutaciones se dan durante el proceso de replicación mitótica, entonces el número de divisiones celulares se corresponde con el número de mutaciones originadas.
Tejidos animales.
Existen cuatro tipos de tejidos animales fundamentales: epitelial, conectivo, muscular y nervioso. Estos tejidos, según su origen embriológico, se pueden clasificar en dos grandes grupos:



Tejidos muy especializados.
*      Neuronas
*      Neuroglía


Tejidos poco especializados.
*      Epitelio glandular
*      Epitelio sensorial
*      Tejido adiposo
*      Tejido óseo
*      Tejido sanguíneo
*      Tejido conjuntivo
*      Tejidos vegetales.
Los principales tejidos de estos organismos eucariontes son: los tejidos de crecimiento, protector, de sostén, parenquimático, conductor y secretor.

Tejido de crecimiento: también llamados meristemos, tienen por función la de dividirse por mitosis en forma continua. Se distinguen los meristemos primarios, ubicados en las puntas de tallos y raíces y encargados de que el vegetal crezca en longitud, y los meristemos secundarios, responsables de que la planta crezca en grosor. A partir de las células de los meristemos derivan todas las células de los vegetales.
Tejido protector: también llamado tegumento, está constituido por células que recubren al vegetal aislándolo del medio externo. Los tegumentos son de dos tipos: la epidermis, formada por células transparentes que cubren a las hojas y a los tallos jóvenes y el súber (corcho), que tiene células muertas de gruesas paredes alrededor de raíces viejas, tallos gruesos y troncos.
Tejido de sostén: posee células con gruesas paredes de celulosa y de forma alargada, que le brindan rigidez al vegetal. Son abundantes en las plantas leñosas (árboles y arbustos) y muy reducidos en las herbáceas.
Tejido parenquimático: formado por células que se encargan de la nutrición. Los principales son el parénquima clorofílico, cuyas células son ricas en cloroplastos para la fotosíntesis, y el parénquima de reserva, con células que almacenan sustancias nutritivas.
Tejido conductor: son células cilíndricas que al unirse forman tubos por donde circulan sustancias nutritivas. Se diferencian dos tipos de conductos: el xilema, por donde circula agua y sales minerales (savia bruta) y el floema, que transporta agua y sustancias orgánicas (savia elaborada) producto de la fotosíntesis y que sirven de nutrientes a la planta.
Tejido secretor: son células encargadas de segregar sustancias, como la resina de los pinos.
Tejido meristemático. Responsable del crecimiento longitudinal y diametral de las plantas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Tejido_(biolog%C3%ADa)